viernes, 11 de mayo de 2012

Entrenamiento Olfativo en la semana de Mayo Argentino


A mi lo que realmente me gusta es comer. Para todo aquél que me conozca, lo que estoy diciendo  no es una novedad. Pero por el trabajo que tengo, muchas veces me invitan a catas de vino, whisky, ron o sal.

Admito que el vino no es mi debilidad. Me gusta, lo he aprendido a tomar pero no lo domino. Cada vez que me invitan a uno de esos eventos y empiezan a decir "sí, es evidente el sabor a roble", "sientan el bouquet", "sí, el durazno es inconfundible", siento que mis ojos se abren como dos lunas llenas porque realmente me cuesta conseguirlos... Ahora, si me invitan a tomar espumosos, otro es el cantar...

Esta semana, mi amiga Lala Contessi de la Quinta Delta, tenía como invitada a la sommelier Maya García @MayaSommelier, quien desde hace un par de años está viviendo en Argentina y vino por unos días con varios amigos argentinos ligados al mundo del vino y quienes realmente son unos "duros" en este tema de caldos. Ellos son: Gabriela Celeste, Natalia Beneitez @NatiBeneitez Jose Bahamonde.

Entre varias actividades que realizaron en la llamada semana de "Mayo Argentino", asistí all Entrenamiento Olfativo, donde nos explicaron varias cosas referentes al tema y fungieron de madrinas y padrino olfativo. Su tarea era vendarnos los ojos e irnos guiando con las distintas copas que nos iban pasando. Dentro de cada una habían distintas frutas, especies, hierbas, etc. Nosotros, poco a poco, inhalábamos e íbamos intentando adivinar qué había dentro de cada una. Después de cada ronda, probábamos uno vino diferente y tratábamos de adivinar qué sabores le conseguíamos.

Me encantó la experiencia, sobre todo porque los aromas eran bastante fuertes y en muchos casos, autóctonos. Además el hecho de reconocer olores pero no poder ubicar el nombre, siempre me ha parecido divertido.

Lo que aprendí:
  • Los aromas se perciben gracias a los estímulos.
  • Si queremos grabar en nuestra memoria un aroma, se recomienda, por ejemplo, agarrar un pimentón, cortarlo por la mitad, olerlo y decir su nombre en voz alta.
  • Dejemos que nuestra conciencia reconozca los aromas y profundicemos en ellos.
  • Uno se prepara para el amor a través de los perfumes.
  • Existen actualmente dos teorías sobre cómo reconocemos los aromas: la teoría de la Forma y la teoría de las Vibraciones: cada molécula tiene una vibración única. Si les interesa saber más de esto, les dejo este video de Luca Turin quien ha hecho un estudio profundo del tema.





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