lunes, 11 de marzo de 2013

Delicias del extranjero


Cuando mis amigos viajan fuera de la ciudad o del país y me preguntan que si quiero algo de dicho destino, usualmente les digo que no necesito nada, pero sí les pido que todo lo que se coman lo hagan en mi nombre.

Esta semana, dos amigos y colegas de la oficina viajaron al extranjero. Manuel Gerardo @CeroEmbuste estuvo en Europa y Diana @DianaAyala en Bogotá. Para mi grata sorpresa, ambos me trajeron un detallito: algo de comer.

Del otro lado del charco


Manuel me trajo de Lisboa un Pastéis de Belém. Estos pastelitos son unas tartaletas de hojaldre rellenas con crema que de verdad saben a gloria. Cuando yo vivía en Barcelona, iba mucho a comerlos en un rinconcito fantástico llamado A Casa Portugesa donde todo, absolutamente todo lo que se vende ahí es portugués. En Lisboa hay un sitio famosisimo, que es un impelable llamado Pastéis de Belém donde las largas colas valen la espera. Sinceramente, que el pastelito viajero es una de las demostraciones de amor más grandes que me han hecho, por lo menos en lo que va del 2013.
Para quienes están en Caracas y los quieren probar, los que venden en la panadería ubicada en el C.C. Macaracuay, en la Av. Naiguatá de Macaracuay están muy buenos.

También en el restaurante chino Casa Deli en la urbanización El Bosque, los domingos, en los desayunos de Din Sum, tienen también unos pastelitos de Belém espectaculares. Estos dulces se consiguen En Macao, China y son muy populares ahí porque durante un tiempo esa ciudad era una colonia portuguesa. En chino, los pasteles de Belém han sido llamados "dan ta" (蛋挞) que viene a significar algo así como pastel de huevo y hasta en Mac Donalds se conseguían.

En la hermana patria

Por otro lado, Dianita, quien estuvo por primera vez viajando por Colombia, nos trajo unos chocolate sabrosísimos marca Jumbo que traían maní. Si bien no soy la más fanática del maní, estos debo admitir que estaban riquísimos y me hicieron la tarde.

Así que si viajan y me quieren traer algún detalle. No se estresen mucho y siéntanse con completa libertad de traerme algo de comer que les quepa en la cartera. Créanme eso me puede hacer muy feliz :)

viernes, 8 de marzo de 2013

No cocino, yo como


         

Empecé a trabajar en esta revista en el año 2010, cuando se abrió una vacante para ser la Coordinadora de Producción. Me gané el puesto, no porque cocinara precisamente. Las razones fueron otras: primero cuento con la bendición de tener una mamá con unas manos bendecidas por Dios, todo lo que prepara sabe a sentimiento. Por otro lado, mi padre, que en paz descanse, siempre fue explorador de experiencias culinarias en la calle, donde la mejor recomendación era comer en sitios donde hubiera presencia de comensales que fueran originarios del país que el restaurante representaba. A ellos debo y agradezco el tener un paladar educado. Siempre estoy dispuesta a degustar constantemente y a saber distinguir lo memorable de lo normal.

Por otro lado, tuve la oportunidad de vivir dos años en Barcelona, España. En esta ciudad, el diseño se vive en las vitrinas, fachadas y hasta en la presentación de los platos. A partir de ahí, nació mi amor por tomarle foto a todo cuanto comía y degustaba —lo que me convirtió en referencia para abrir el apetito a los demás. Algunos me quieren por eso, otros no tanto… Poco a poco observo con atención a todos mis colegas que dominan los fogones y tomo nota para, con cautela, poder ir incursionando en el arte del cocinar.

Llegado este momento, para mí es un honor, ocupar el cargo que hasta febrero lideró mi amigo y colega, Manuel Gerardo Sánchez, quien deja la revista muy en alto. Hacerlo bien, siendo tan joven, será todo un reto, aunque trabajando en un medio como el de la gastronomía, créanme, el reto va a ser sabroso y gustoso. También quiero dar las gracias a todas las personas que he conocido en esta labor y que de una u otra forma, me han enseñado el valor de la cocina, los productos y sus artesanos. Todos son tan valiosos como las joyas de una corona y sé que, gracias a ellos, mi crecimiento personal y profesional estará garantizado.

Ahora, hablemos de este mes. Venezuela es territorio cervecero. Esta edición rinde homenaje a las birras y a las empresas que están detrás de ellas. Fe de eso lo da el novedoso recetario que nos propone Víctor Moreno hecho a base de esta bebida para sorprender a nuestros invitados del fin de semana. Además, Vanessa Rolfini nos revela los secretos del “Asado negro”. Es uno de mis platos favoritos en la mesa criolla. Durante años mis mejores amigas, las morochas Castillo, cansadas de comer siempre lo mismo, me imploraban en su casa que me comiera el tupperware que había preparado “Geo” para el fin de semana.

Trucos para combatir la somnolencia, mejunjes con berenjenas, un cocinero de la nueva generación gastronómica nacional y noticias de actualidad son parte de nuestra lectura de este mes.

Espero la disfruten. Feliz Semana Santa y buen provecho,

Ligia M. Velásquez Gaspard
@LigisVelasquez
LIGIAVELASQUEZ